lunes, abril 9

Otoño por demás rojo (casi negro)

Las primeras hojas están empezando a caerse -Típico, no es ninguna novedad- los primeros silencios comienzan a oirse estremecer entre los sopesantes días de abril y sin embargo esto seco que está en mi pecho aun late. Y me equivoqué no es una piedra, me equivoqué, no estaba muerto...

El frío se hace sentir en medio de las congestionadas calles de la ciudad; estoy listo para caminar y no detenerme jamás- che chico, desconectame el cable amarillo, ese que dice necesidades primordiales... gracias- Y podría ser que ahora ya pertenezco a una escuela literaria, el quejiquismo sentimentaloide, o quizás soy un pobre diablo quejandose al público lector que nada ha hecho para merecer mis macanas... de una u otra forma, adivinen qué... el otoño a comenzado... y se me cae la jeta de vergüenza

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