martes, junio 26

Parte de...

Parte de ella está entre ayer y mañana. otra parte se encuentra en algún corazón vacío. Parte de ella está entre las plegarias de los descreídos, parte de ella habita en el olvido. Parte de ella está muriendo de a poco, parte de ella vive dentro los sueños cada día más Parte de ella está embriagándose en inhóspitos lugares, parte de ella se va con el amanecer.Parte de ella está loca por regresar desde su escondite, parte de ella no regresa nunca. Parte de ella está desencadenando pasiones quién sabe por donde, parte de ella respira.Parte de ella está finjiendo ser fuerte para no llorar, parte de ella sonríe con lozanía. Parte de ella está preguntándose algo, parte de ella sueña con cada estrella en el universo Parte de ella está mirando fijamente hacia aquí, parte de ella ya no se acuerda de mi.

Norte

Cuando caí en lo profundo de tu cristal y llamaste a tus canciones por mi nombre, sentí ese pequeño salto dentro de mi pecho (ese estallido que se asemeja a una erupción del Vesubio) y aqui estaba de nuevo hundiendome en la fé ciega de continuar. Después continúo aqui.

Me llamaste en medio de la noche, intuías que correría a casa, que abandonaría este lugar; y dirigiste tu dulce mirada contra todos mis fantasmas. Te dijeron que no vuelvo más. Ahora estalla un recuerdo cerca a tu espacio... ahora no.

Y se nubla otra vez la ciudad, las nubes amenazan de nuevo, entonces camino con dirección norte, hacia lugares que no conozco, hacia lugares que no tengan tu nombre, ni tu aroma, ni tus brillos prestados. Ahora no estoy, dicen que salí.

Tu mito

Hace poco llovía por aqui, y el frío se dejaba sentir a instantes; en el techo se escuchaba el repiquetear de las gotas pequeñas que caían... y por lo general se veía una pequeña cortina de frío malévo por las ventanas de la pequeña ciudad; vi el azul y contemplé un reflejo, luego no quise mirar atrás.

Vale decir, que mientras tanto el frío destruye las esperanzas impías, un poco de desolación se acongoja entre mis libros; después sube por las paredes y busca mis discos, y luego llueve... luego será que escapa con la mariposa nocturna que acaba de golpearse con la pared, luego será que deja de andar. Esa pila de periódicos tan viejos se ve muy bien con tu recuerdo sentado en ellos.

Hace poco llovía y la fría lluvia entibiaba en tu regazo, como siempre que llueve por estos días, como siempre que llueva y te recuerde cuando esta fría lluvia me moja. Voy a perder la calma, pero ahora no.

sábado, junio 23

Niña Boba

Entorna tu silencio. Despierta, has llegado más temprano con la luz del mediodía; despierta, contempla el silencio cuando responde a tu mirada dulce -tu mirada marrón- El temblor asienta el frío de la ciudad, se eleva el calor en la atmósfera y en los jardines; las nubes se ciernen sobre el espacio, sobre el cielo; Y así se torna gris el desconcierto -despierta pequeña- ya no llegas tarde.

Ahora, dime tú; Alicia, reina del mundo, dime dónde busco el pasado invierno que me regalaste aquél día; díme y respóndeme si ese invierno es frío... Dime pequeña loca, si tus pies de bailarina tocan con sutileza el país de la maravillas. ¿Dónde estás ahora? de aquí para allá... ¿Qué ves detrás del espejo? Acaso me ves, me hablas, me acompañas y me escuchas; acaso y es posible, o pudiera ser que existo en tu mundo. Estás temprano ahora, y no llegues tarde.

Entonces -y ahora que no llegas tarde- Dime niña boba, si puedo ver los colores que tocan las puntas de tus pies; los mismos colores que despuntan en un arcoiris, aquellos que tocas en el infinito, Respóndeme -sil vous plet- tantas cosas que podrías responder a mis preguntas sin respuesta -estás aquí, cuando todo llega y se vá- Mira, y entonces sonríe, aparece con tu rostro afable... y mientras tanto dime, ¿Cómo es la primavera?

O completa el silencio con palabras, rompe el lazo del tranquilo movimiento y la eufórica quietud; abre mi frenética mente, sácame del caparazón que me encarcela -Hola- no veo, no conozco el tiempo que se quedó habitando mis manos. Se abre el momento al inicio de la avenida, falta tanta gloria, falta nadie que poseee un sueño, y estás tú... Niña tonta, mira el cielo, son las nubes que te hablan, -esta es exacticamente mi estatura- y caminas de pronto entre aquellos lugares donde habita la gente como yo. así descansas en lugares en los que brillas. ¿Escuchas el silencio? Dale loca, ponle atención, remonta las brisas en un salto, ríe, -not- florece en el invierno -en mi invierno por favor- sopla en el otoño; y el viento te dice que eres roja como un corazón... y yo te digo que eres verde, púrpura,azúl o morada, no importa, al final eres tú estás ahí y te digo que te quiero mucho -al menos eso- Pequeña boba.

(Pa' la Paolita Birbu con cariño)

Tú que siempre...

Abriste mis venas dentro del símple sonido del metrónomo -tic, tic, tic- el sonido que te volvía loca. Nunca me veías, solo cerrabas tus prisiones alrededor mío, y cierto día rebotaste hacia mí... te apagaste aqui. Ves a través mío, sientes por mis dedos, vives por mis pulmones, respiras mi respiración.

Regresas a tu vuelo, a tu eterno esperar; me miras de lejos, y solo ves a través mío; y yo intento buscar dentro tuyo, en vano, un silencio que se pierda en tus labios. Te busco a tí en el ruido y te encuentro lejos de mí, pero te encuentro... y tus caricias confunden al horizonte.

Y tu sonido llega a despertar mi sueño mejor...

lunes, junio 18

Oniro

En lo profundo de una oscura noche, existía una promesa oculta, brillaba con un resplandor prestado, y se veía volar por cada lugar en que los seres soñaban. Cuando escuchaban los humanos las claras notas de la aurora,salían a respirar -No señor, yo no sueño- Quiere agregar lo que no ha visto. Es una clara promesa de grandeza, y domina las almas del cielo. Derrochaba hermosura.
Lo escuchan cuando el tiempo rompe en sus alegrías, sus sonrisas y las cosas felices que les suceden a los seres humanos, lo ven -Disculpe señor, yo no deseo- y lo miran con desprecio; muere un poco. Se despiertan en reproches, y suenan portazos por todo el universo, además lo abandonan, le sacan fotografías, lo filman y se quedan observándolo, les intriga... pero lo humillan -No señor, no sé lo que es alegría- y paga de a poco su pena.
Despiertan todos recriminando el no haber creído en una promesa de lugares que no existen, esos lugares que de costumbre son bellos paraísos; cuando se despiertan lejos del infierno se pueden ver bellos en los espejos, se pueden mentir y decirse a si mismos que la vida es bella; mientras tanto las golondrinas emigran buscando calor y los cielos oscurecen un poco más -No señor, mis heridas no curan nunca- Y caminan de nuevo los hombres y las mujeres, habitan sus venas, regurgitan su alma, y su alma se compone en plegarias de nuevo; ha perdido su fe -No señor, yo nunca tuve fe- se le ha roto la esperanza -No señor, la esperanza no me agrada- y con sus despedidas llega de nuevo la noche.
Su corazón palpita con fuerza, "Hacédle caso a vuestro sístole" -No señor, es veneno que corre por mis venas- ¡Resucítenlo! -No señor, me he cansado de resucitar- ¡Respiración Artificial! -No señor, el nauseabundo olor del oxígeno me intoxica- ¡Lo estamos perdiendo! -No señor, yo ya me he ido- cerradle los ojos. ha pasado a mejor vida -no señor, es el infierno- Que descanse en paz.

sábado, junio 16

tres

Tengo una angustia que es más larga que el Rally Paris-Dakkar, una tristeza más azul que los jeans que te pones los martes que te veo, unas lágrimas más disolventes que soda cáustica; tengo un recuerdo de perfumes ácidos y embriagadores; tengo fuerza innecesaria y no hay nada pesado que mover. No tengo auroras, no tengo ocasos, no tengo canciones ni verano; no tengo un jardín, ni un jazmín, tal vez un durazno sangrando.

Tengo un silencio más silencioso que iglesia en sábado por la noche, donde nunca me encontrarás; tengo una pena más pesada que resaca de carnaval, tengo ganzúas y una llave maestras, pero no tengo ninguna puerta que abrir; tengo un piano sin teclas, una guitarra sin cuerdas, 2 copas de inspiración, pero confieso que no he bebido. Tengo una esperanza más pequeña que niño de siete meses; no tengo perro que me ladre, carezco de tortugas, tengo dos gatos que afilan sus uñas en mi corazón, tengo un avión sin alas, tengo un deseo de verte; tengo un celular que no sabe sonar, tengo una ganas de que me llames, pero no suena nunca el celular.

Tengo un febrero tardío que llega en marzo, tengo un crudo invierno precoz que me ataca en abril; tengo una cajetilla de cigarrillos, un encendedor, y no sé fumar. Tengo una botella de brandy, un cóctel molotov, el ánimo incendiario, ganas de quemar todo de raíz, y no tengo el valor suficiente para echarme a volar. Tengo un par de lentes de montura negra, lentes que en tus ojos sin querer se empañan de pesimismo -en mis ojos tal vez- y tango mal de altura, medio kilo de desconcierto; tengo ganas de verte y ni noticias de .

Tengo tantas canciones sin melodía, tengo parte de un poema que no me atrevo a acabar, tengo un soneto en verso libre, una balada tan alegre, una danza desconcertada; tengo una melancolía borracha y deshinibida, tengo una valle donde no sale el sol, tengo una noche sin luna, tengo una confusión que se llama como vos; tengo nuestra historia de amor escrita por Alfred Hitchcock. Tengo la mala costumbre de resucitar.

Tengo en mis manos las memorias del olvido, un anuario con fotos en blanco y negro; tengo tan solo un sueño roto, algo de pegamento y la paciencia necesaria para esperarte; tengo un caparazón para mi corazón -roto- tengo una sala de espera, tengo una manía,dos fobias y 3/4 de obsesión.

Tengo mucho de este ánimo abstinente, tengo una cama que no me deja dormir, tengo un coma casi muerte, tengo una vida que no se deja vivir. Tengo una casa fría y desolada, tengo una sonrisa con ganas de reir, tengo una luz que se pierde en la retina, tengo un corazón con ganas de latir. Tengo tantas almas itinerantes, tantos espíritus con ganas de sentir, tengo noches de esperanza desolada,lo tengo todo pero no te tengo a .

-Terminas en mi-

viernes, junio 15

Tu nombre (no me dejes ir)

Entre el crepúsculo y el ocaso,cuando se apague el sol, cuando caigan las tres últimas gotas, cuando ninguna de las secuencias alteradas quede en pié, cuando te hagas fortuna, cuando me mires -irreemplazable- cuando te eleves a la luna -desconcertante- verás la piel de la voz que te canta, y muere. Todo este tiempo he estado diciendo tu nombre entre labios.

Mucho después que durmiera en el coma otra vez, me reclamaste tu luna, y tus canciones; era sábado, y me sofocabas con los ojos. Porque te la debía de mucho antes, te regalé una mirada que te dio una señal para seguir avanzando, y viniste a mi alrededor, me sentí tan débil; pero ya no estabas escuchando. Te llamé por tu nombre.

Todo tu universo me rodeaba en un sin fin estrellado de preguntas sin respuesta, tus cometas, tus asteroides, tus lunas y satélites; Todos tus contornos esperaban por y tus ángeles -y vi el fin de las cosas- cuando nacías entre las flores que morían. Te convertías en nebulosa, brillabas incandescente; tú, ¿Querrás despertar más allá del horizonte? Cuando escapes por debajo de las olas de rayos solares, cuando estalles en la supernova. Diré tu nombre

Y cuando me encontraste tendido aquí en tu sueño, cuando todavía no respiraba. Miraste dentro mis huesos, dibujaste mi carne y mis deseos, me calmaste con tu canto; y te detuviste en la orilla antes de caer, frenaste mis ojos, y las silenciosas estelas que dibujaba tu sonido -por las salidas de emergencia- me incendié en tus veredas, y me dejaste ir; para cuando había mirado atrás ya no estabas. y decía tu nombre
-no me dejes ir-

miércoles, junio 13

Amanece

Son las 3 de la mañana y te extraño; me preparo un café y prendo un cigarrillo, te veo en el humo, y pareces feliz. Estuve pernoctando por extraños lugares que aparecen justo cuando salgo al jardín, ciertos lugares que se derrumban cuando recuerdo tu rostro; quizás sean las flores que mueren, pronto será invierno. La noche es clara, el cielo se ilumina de un solo astro fatuo y sin luz, pero que brilla; las estrellas rutilantes se imponen en un azul oscuro; más todo se nubla, es el único argumento que me queda para seguir determinando lo que defino como tristeza.

En noches como esta -que ya se han hecho costumbre- la tristeza me toma suavemente en sus manos pequeñas y frágiles como porcelana fría de la peor calidad; a instantes pareciera que me mece y me marea, después me arrulla con canciones de luna, y la luna desafina. Duele no ser invisible, arde no ser invencible; cuando guardo silencio, me parece escuchar pequeñas explosiones que se suceden una a una en mi pecho, para luego llegar la respiración artificial, y un sentimiento que es más puro que aire de taberna. Cuando guardo silencio, todavía puedo escucharte.

Entonces alejándose de la mañana, llega el silencio para hacerse frío, jugueteando por los jardines del lugar -jugueteando con mi alma- y mientras tanto tu humo me acompaña, mientras tanto tus uñas no se cansan de rasgar la plenitud de cada momento; y más allá, un tanto lejos nuestro, muere cada desairado minuto en que mi alma intenta hacerse sol; que sobre las palmas nosotros volamos, de dos en pareja, de pareja tan solitaria, hechos uno.

Recuerda entonces, que eres ironía, que caes lejos de las gotas del rocío matutino -que no ha llegado el amanecer- recuerda que caes, que te alejas, que me llevas; que te introduces en esta patética danza de a dos por fe, de uno menos vos, de yo mas mi soledad, de nosotros entre uno. Y entonces el ánimo cae y cae tan a fondo que explota, y llega el torbellino que se esfuma con mi energía. Recordando el raro arte de la autocompasión, parece que ya no regresaré. Mi alma muerde, me muerde y además sangra.

Camino ahora, a tientas, y ya no importa mucho que yo piense en ti, aunque parece que no regresas, porque la distancia es fuerza y tu distancia le impele más fuerza a la nostalgia, si estuvieses tan solo un segundo. La luz se aleja, sin intentar tomarla por silenciosa e ilusa, tu luz, que toma otra mano y continúa de frente al precipicio; y yo no salto, el sonido estalla... hay muchas cosas en las que habitas, mientras te olvido, te veo, tus ojos claros me sonríen aún... y me duele. Y el sonido se convierte en luz

-amanece-

sábado, junio 9

viernes, junio 8

Las juventudes sónicas

A veces extraño esos sonidos que me desesperan, ese rock tedioso, las melodías teñidas y repetidas, a veces extraño a los genios; escuchando "What a waste" me sentí como en otra época, me sentí frágil, me sentí como en años en los que no hubiera estado escuchando esto.

Escuchando la Canción de Alicia en el pais, un disco del 92, o escuchando Vox Dei, un disco del 73, escuchando uno de Almendra, Ayer estaba cantando "Silvio" de Dylan, o Gricel, la versión que hiocieron el Flaco y Fito Páez... y ahora que lo pienso... mi generación está muriendo sin haber dejado huella, más que una generación X, una generación en incógnita... imaginaria. No hay nada más representativo que la mediaticidad de nuestros artistas... todos son de generacion pasada... en serio todo murió cuando se mató Cobain?... no se y me preocupa, no es un tema pa discutir, es un tema para preocuparse...

Y la luna llega de nuevo... What a Waste

Eternas Sombras

Te regalo una canción que robé del fango, no tengo más, pues el cansancio muerde mi alma, mientras busco respuestas en el trampolin de tus palabras, cuelgo sentimientos en la horca del crepúsculo. Se pone el sol en las manos de los hombres, y siempre como la primera vez que viste el amanecer.

Si vieras las pocas esperanzas que me quedan en la bolsa de arena que llevo en el cinturón, si vieras como yo, tus ojos, si vieras el ambar que brilla y la rutina escarlata de tus labios, si te vieras, me verías a mí en tu alma monocromática. Pues todo cambia en la tierra y en el infierno; y como todo cabia, te veo a tí y tus uñas arañan la arena de los mares calmos; pero aún eres sueño, eres pesadilla y te fuiste al comenzar a clarear el día... tu voz de fuego me mira.

La realidad se dibuja a medida que sueñas, tus ojos adormecidos buscan con presura las eternas cosas del ignoto arte de resucitar. Abarcas universos y abrazas la existencia, eres antivida, oscuridad y fin de todo, eres principio. y no importa lo que haga, todo me conduce a tí; aunque mutile mis anhelos. Ahora quiero beber la luz del rubí que te alimenta, entre las huellas que salen de tus espíritus, deseo probar el almibar de tus almas. y entonces devora mi corazón, ensucia de miedo mis noches, y desaparece mis noches, mis calles. hazme eter.

Dejo enfriar café tras café, los cigarrillos se consumen a si mismos sin fumarlos y el humo impregna cada montículo de la desgarbada imagen de las fotografías, vienes del polvo y caminas por él, entre vientos color esmeralda, estás prohibida, y caminas de a poco, tus pies finos afilan las cuchillas cuando bailas innominada entre los dominios de las sombras, las sombras que son eternas.que te miran por dentro.

jueves, junio 7

Relámpagos de invierno

Aunque te fundas como hierro, aunque llegues a las dos de la mañana, aunque tus labios se posen en oscuras estepas que no logren ver mis ojos, aunque te lleve el viento, se que te encontraré entre las hojas olvidadas del otoño, entre los grises colores que te ocultan entre tus dioses.

Pero olvido, aunque me cuelgo de los sentimientos, y miro a mi alrededor para ver al otoño que muere, al invierno que nace y el solsticio que te ilumina, porque no eres sombra en mi ilusión, no eres agua destilada; y de alguna forma que te vea entre los nuevos rayos del sol, miraré tu silueta danzar entre la fría lluvia atípica de este invierno.

Ya era hora que lloviera, que callara mis insensatas percepciones; ya era hora, por fín, de que llegara, de que te viera y te saludara de que te acuestes a la llegada del sol, y te hicieras estrella, que dejes salir tu brillo, y que me veas en la noche, cuando las montañas se iluminen a tu color
-o de dejar salir un "te extraño" cuando eres lo suficientemente fuerte para olvidar-
Estoy con vos

miércoles, junio 6

Ya no te vas

Con el alma en el microondas, aquí estoy con mi desvelo, y de alguna forma voy a salir por esa puerta, salgo en la errante y oscura noche y comienzo a volar por entre los cirros, los cúmulos y los estratos. Entre los jardines de gente, me cuelo por los resquicios de un momento que dura para siempre, que me mantiene estático en un segundo, un segundo de locura. Y escapo de madrugada

Y cada que observo lo que es la inspiración, cierro las manos en puños, devaneo en desconciertos y molestias, y además, te veo palidecer -entonces te pido que te tranquilices- te pido que observes al mar, tornas la mirada al vacío, y me voy

martes, junio 5

Por que no te olvidé (Todavía)

Vil ilusión se rompió cuando te vi partir.
Vil sueño se despertó cuando te vi llegar
Vil demostración de verano, murió en el otoño
Vil amargura que te olvida, que me recuerda.
Vil visagra que besa y escapa, hoy por hoy
Vil maldición que bendice con labios
Tu envilecida cada noche, para que no te olvide
- Todavía-

Como un tango

Aquel martes al anochecer, me faltó el calor de tu mirada -no te olvides de mi- porque cada que caías detrás del púrpura sonido de la noche que llegaba, yo mecía entre mis brazos una simple ilusión llana, y tanto descaro para nada.

No deseaba pensar en todo ese tormento, pues esperaba que comprendas que aquél martes antes de que caiga la noche, me faltó el calor de tu sonrisa -no te olvides de mí- y entre las orillas de la tarde, cuando se iluminaba el violáceo tinte que se arrodillaba a los pies de las montañas, las luces grises y quebradizas impidieronme crecer, y salió la luna a pulir con su tibia faz cada puñado de razón -y las almas tiernas salieron a caer por aquél puente- vi tu gratitud, y detrás de tus ojos no paró de llover.

Entre paces fantasmales apuntó el sol de manera locuaz, sus sórdidas palabras nos hicieron temblar, entre luces de neon te redibujaste cuando por entre la ventana un vapor de aire se suspendía sin gravedad ni fuerza. Una penumbra escapo por el amanecer, porque llegaste sin cadenas a deterner las barreras que surgían por entre el paraíso, te vi llegar como te vi estrellada, en la frívola noche, te dedicaste a perder... No te olvides de mí.

lunes, junio 4

Eso, es cierto, tenías razón

Canto hace canto, como tus pupilas me deshacen en la noche; con el fondo de luna, tus miradas color ambar; "se acabó" me dice el viento, el viento puro que se acaba. Te miro desde lejos y espero poder caer en la cuenta de que no te vas, caer en la cuenta que te quedas, justo ahora, que espero que te vayas.

Entonces te miro, miro directo al fijo brillo que en tus labios encandila, y se hace sabor de mermelada, aunque se oponga la alborada, apareces, te siento y te digo con vehemencia que no te vayas. Pero cualquiera de las nueve formas de hacer que te quedes, para ver, para estar, para sentir que estoy vivo, para no sentirme tan solo. Cualquiera de esas doce formas se entrecuzan por los ojos de los muertos que nos ven en vida.

Cómo pudo significar para mí el que te marcharas, el que quemaras mis retinas con tu fuego fatuo, como algo que presiona todo tu ser dentro mis ojos cerrados; cierrame ahora, tú, que no temas más, todo parece estar donde nunca estuvo. Y entonces vuelvo a cerrar los ojos.

Sientes la carne bullir por las arterias, sientes la sangre desaparecer insípida entre todo lo frío, y el nervio arder de manera descontrolada; sientes y te sientes llegar en la mañana, cuando tu frío se hace morada, donde vives que no es más que tu destino. Y tenaz muerde algo que ves y que no conoces, con ternura te acaricia el rostro; te corta, te sangra y te muere, que muere en tus venas abiertas, y bailas sola entre descontentos e ilusiones, arañas la superficie, te ciernes en el suleo, revuelcas en la guinda alfombra, entintas tus sueños y te vas.

(Que bien ausente ya estás, que solo tú, que ninguno de nos, que nos haces nada, que nada de nada, que te extraña) Y que te vas... no importe lo que haga

sábado, junio 2

El hombre más feliz del mundo


Ayer paseaba despreocupado por las arterias de esta ciudad, el frío aun no hacía sentir su látigo ávido de alaridos de perdón... y los pródigos rayos del sol todavía rayaban su limitada luz entre la faz paceña. Nada podría haber sido diferente por completo, sin embargo en medioo de todo ese gentío vi la imagen más admirable.

Un hombre, quién sabe, ostentaba unos 43 o 45 años, no se, habría pasado desapercibido de no ser que estaba parado e inmutable, vestía una gabardina gris, zapatos cafés lustrados y traje gris, camisa blanca y corbata oscura. y en su rostro lentes... nada fuera de lo comunmente común. Pero en su rostro se dibujaba la sonrisa más contagiosa del universo, sus ojos estaban clavados en un horizonte inexistente, en su mano tenía un cigarrillo, y no se movió durtante mucho tiempo... la gente lo miraba como loco, y en ese momento deseé por todo en el mundo, estar loco yo también.

Quería mirarlo un poco más, pero no me atreví a envidiar su felicidad como los demás que pasaban por allí, solo se me escapó una sonrisa y en mi mente me preguntaba la razón de aquella sonrisa tan elocuente... felicidad instantanea, alegría de locos... y hay que estar loco para ponerse feliz hoy en día... y para suerte nuestra, todavía existen esos locos.

viernes, junio 1

Olvidar el recordar olvidarte

Recordaba tu esqueleto recostado en la sombra del zaguán. Te recordaba del todo en aquello que soñé, y tal parece que me inventé un recuerdo... quizá un recuerdo que brillaba solo para mí. No me acuerdo de tu cara o tu cabello, me acuerdo de vos aunque no recuerde tus palabras, me acuerdo, me acuerdo. y no me veo a mí. o me reprimo, ya no soy el de mi espejo,me veo y pregunto "¿qué has hecho contigo?". o me veo lejos, pudiera ser que no existo.

Existo si de alguna forma vos recordaras mis palabras, si se te configuraran en la memoria aquellas tardes de Marzo, tan solo si exisitiese un resquicio entre tus memorias, entre las imágenes que se conforman por tus ojos. Existiría cuando tal vez pensaras en el quinto silencio después que dijiste tu nombre, existiría cuando tus manos se calienten después de una fría mañana y un tibio amanecer. Existiría si melo pidieras o si al fin y al cabo terminara de escribir esta dependiente alegoría de conclusión