sábado, junio 16

tres

Tengo una angustia que es más larga que el Rally Paris-Dakkar, una tristeza más azul que los jeans que te pones los martes que te veo, unas lágrimas más disolventes que soda cáustica; tengo un recuerdo de perfumes ácidos y embriagadores; tengo fuerza innecesaria y no hay nada pesado que mover. No tengo auroras, no tengo ocasos, no tengo canciones ni verano; no tengo un jardín, ni un jazmín, tal vez un durazno sangrando.

Tengo un silencio más silencioso que iglesia en sábado por la noche, donde nunca me encontrarás; tengo una pena más pesada que resaca de carnaval, tengo ganzúas y una llave maestras, pero no tengo ninguna puerta que abrir; tengo un piano sin teclas, una guitarra sin cuerdas, 2 copas de inspiración, pero confieso que no he bebido. Tengo una esperanza más pequeña que niño de siete meses; no tengo perro que me ladre, carezco de tortugas, tengo dos gatos que afilan sus uñas en mi corazón, tengo un avión sin alas, tengo un deseo de verte; tengo un celular que no sabe sonar, tengo una ganas de que me llames, pero no suena nunca el celular.

Tengo un febrero tardío que llega en marzo, tengo un crudo invierno precoz que me ataca en abril; tengo una cajetilla de cigarrillos, un encendedor, y no sé fumar. Tengo una botella de brandy, un cóctel molotov, el ánimo incendiario, ganas de quemar todo de raíz, y no tengo el valor suficiente para echarme a volar. Tengo un par de lentes de montura negra, lentes que en tus ojos sin querer se empañan de pesimismo -en mis ojos tal vez- y tango mal de altura, medio kilo de desconcierto; tengo ganas de verte y ni noticias de .

Tengo tantas canciones sin melodía, tengo parte de un poema que no me atrevo a acabar, tengo un soneto en verso libre, una balada tan alegre, una danza desconcertada; tengo una melancolía borracha y deshinibida, tengo una valle donde no sale el sol, tengo una noche sin luna, tengo una confusión que se llama como vos; tengo nuestra historia de amor escrita por Alfred Hitchcock. Tengo la mala costumbre de resucitar.

Tengo en mis manos las memorias del olvido, un anuario con fotos en blanco y negro; tengo tan solo un sueño roto, algo de pegamento y la paciencia necesaria para esperarte; tengo un caparazón para mi corazón -roto- tengo una sala de espera, tengo una manía,dos fobias y 3/4 de obsesión.

Tengo mucho de este ánimo abstinente, tengo una cama que no me deja dormir, tengo un coma casi muerte, tengo una vida que no se deja vivir. Tengo una casa fría y desolada, tengo una sonrisa con ganas de reir, tengo una luz que se pierde en la retina, tengo un corazón con ganas de latir. Tengo tantas almas itinerantes, tantos espíritus con ganas de sentir, tengo noches de esperanza desolada,lo tengo todo pero no te tengo a .

-Terminas en mi-

4 comentarios:

Paola R. Senseve T. dijo...

Y si te confieso que me has arrancado una lágrima?, ya es mucho decir...

Lo que sientes, se siente tan fuerte, que hace que valga esta mi redundancia.

Te dejo un suspiro...

Jacqueline dijo...

-Terminas aquí-

Raúl dijo...

Gracias por el suspiro pao, muy agradecido
Jacque, confieso que no lo sé aún.

Fer dijo...

qué hermoso escrito Raúl! Te felicito!
Muy linda forma de jugar con las palabras, tal vez la manera de calmar parte del dolor no?
un beso grande