sábado, junio 2

El hombre más feliz del mundo


Ayer paseaba despreocupado por las arterias de esta ciudad, el frío aun no hacía sentir su látigo ávido de alaridos de perdón... y los pródigos rayos del sol todavía rayaban su limitada luz entre la faz paceña. Nada podría haber sido diferente por completo, sin embargo en medioo de todo ese gentío vi la imagen más admirable.

Un hombre, quién sabe, ostentaba unos 43 o 45 años, no se, habría pasado desapercibido de no ser que estaba parado e inmutable, vestía una gabardina gris, zapatos cafés lustrados y traje gris, camisa blanca y corbata oscura. y en su rostro lentes... nada fuera de lo comunmente común. Pero en su rostro se dibujaba la sonrisa más contagiosa del universo, sus ojos estaban clavados en un horizonte inexistente, en su mano tenía un cigarrillo, y no se movió durtante mucho tiempo... la gente lo miraba como loco, y en ese momento deseé por todo en el mundo, estar loco yo también.

Quería mirarlo un poco más, pero no me atreví a envidiar su felicidad como los demás que pasaban por allí, solo se me escapó una sonrisa y en mi mente me preguntaba la razón de aquella sonrisa tan elocuente... felicidad instantanea, alegría de locos... y hay que estar loco para ponerse feliz hoy en día... y para suerte nuestra, todavía existen esos locos.

2 comentarios:

2doMedicina dijo...

Tu estas loco, yo estoy loca y todos, en algun momento, estamos locos

Raúl dijo...

ojala estuviesemos tan locos como aquél que ahora se ha convertido en mi héroe