jueves, marzo 18

Marzo

Ella es penuria en la distancia y mañana es solo un día que viene después de ayer,
hoy es el nombre que ella le da al olvido.
según ella soñar es caer.

Ella tiene un alma lastímera y un arma encasquillada, y la lastiman las contracturaciones de su ombligo, y los estertores de vida que le cortan las entrañas cuando ama.

Ella se llama guitarra de Harrison en una canción de los Rolling Stones,
yo la llamo por su nombre que tantas penurias ha causado y que a falta de un aciago destino, es un horóscopo sin premoniciones.

Su nombre es soledad cuando camina por la Perez y mira a los transeuntes correr entre los automóviles, su nombre es sueño a las 10 de la mañana, y por la madrugada me llama a su guarida para mostrarme los astros agonizantes que respiran en ella, su nombre es verano en el incesante blandir de los vientos en Abril.

Otoño es su luto de los acordes de un nocturno de Chopin,
incertidumbre es el nombre que le da a los destinos. y camina por calles que no desembocan en ningún lugar, vias que comparten un solo aire.

El frío es una diadema que cuelga de su cuello, que quema su pecho y le hace compañía,
ella es sonrisa que va de canción en canción, de cajetilla en cajetilla,
es el humo y el vapor, el húmedo calor de los árboles que gritan su noche por los nombres.

A su biblia le llama maleficarum, a los sacrilegios les dice rezar,
a mi desesperada espera le dice paciencia,
a fumar le llama almorzar.

El aire de su ausencia se llama tierra,
el espacio que habita se llamá jamás.