lunes, abril 23

Recuperar el alma

He perdido mil batallas contra el invierno, y apenas llevo unos cuantos años por aqui desgraciado, será que mis ojos incandescentes me llevaron por el cielo destartalado, será que la sal de las mañanas se comprende lejos de aquello que pesa y pasa, se sabe y avanza. No te digo, pues, que te llevo en el cenicero, que aunque no fumo llevo el humo que me tiene atormentado, será entonces que no bebo, aunque llevo el alma embriagada y el espíritu descontentado. No te digo entonces, que te veo, te comprendo y trato de entenderte, no te digo que no te entiendo. Te digo? el silencio se compone de pequeños estallidos de sonido muerto.

El sonido se sienta al piano, que sé muy bien que no se nada de música más que el terrible hado, mil noches en vela se posan sobre el corazón que deambula y que llega desencantado y se cierne sobre la pena que mi desconcierto sopesa. Además de todo, sé muy bien que no soy santo ni tengo devotos, sé que la lengua desentendida de la que hablo se rememora de pasados remotos. O se que el mismo temblor que duda en mi cabeza, es ese temblor que a lapiz se deshace en terremoto. Sabes? las lágrimas no aparecen en la iniquidad de las fotos.

Ahora todo se ve lejano, no te he dicho que sales de mis ojos para hacerte luz en la tristeza, no te digo tampoco que te escapas de unos cuantos pasos que amenazan con asirte, convertirte en amor, y quitarte la libertad de expresarte. Qué te digo entonces, que gotea agua, que se moja el prado, que llueve con desdicha y que me pregunto ¿pa' que vine a parar aquí? si sé que desafino, pues no es lo mismo la serenata con llanto que el llanto hecho serenata. Y me voy, pues no tengo nada más que decir.

2 comentarios:

Azael dijo...

que aunque no fumo llevo el humo que me tiene atormentado

muy BUENO, realmente tus entradas son el nombre ideal para esto suspiros muy bien hermano sigue así

Raúl dijo...

se agradece... no hay más palabras, el silencio puede más que todo a veces