miércoles, abril 18

Una cosa como la otra

Lo malo de la tristeza es depertarse y hallar que uno sigue vivo, lo malo de seguir vivo es que uno no ha muerto, lo malo de no morir es que uno continúa... lo cual es bueno.

Es horrible estar triste y percatarse que los días siguen ahí tan inamovibles como siempre. Es malo darse cuenta de que el sol brilla, y además de que uno lo ve todo más turbio que nunca, el día es mucho más brillante, quema las retinas todo ese brillo incandescente, además que uno se siente despertar de estar enterrado... pros y contras: el pro, es mejor dormir más; el contra, es mejor no despertar.

Es más entretenido y barato quedarse en casa, rumiando las ideas, buscandole el lado negativo al asunto, echando la basura de la alegría que ya no se posee, jugando a juzgar al destino cruel que se le ocurre venir a estrellarse contra uno; condenar la felicidad ajena, envidiar a los tontos, etc. es toda una delicia hacerse de mala sangre por una simple desdicha. esta en el aire, casi como el amor, solo que la tristeza se esnifa mucho más rapido y el efecto es más duradero...

Y caminar escuchando cada tango, cada bolero, cada lamento de compositores que ganan dinero de deprimirse, si me hablan del destino a veces suelo cambiar de conversación. caminar así se hace eterno, y hasta se ve mal si uno llora, preferible silbar la congoja; pero me la banco. Hay demasiada rabia y angustia como para que yo le aporte algo nuevo a este mundo.

Y entonces uno vuelve a casa, con el ánimo por el hemisferio sur, con la alegría más triste del mundo, y encima uno debe ponerse a escribir... si lo más triste de estar triste es saberlo, lo pero es la tristeza que da saberse triste...

1 comentario:

2doMedicina dijo...

Estoy de acuerdo, lo malo de estar profundamente triste es pensar que tienes que seguir y no saber por donde empezar o tener que hacer, cosas que no quieres