jueves, marzo 15

Esito no más era

Un olor a naftalina llega de donde los gatos aprenden a vivir- un lugar de manías y todo eso -aquellos lugares donde el dolor se muere(aunque no lo creas) y mueren en el momento clave... además la noche me quiere matar; suena un timbre y la luz refulge.

Hay personas, unas y otras; algunas aparecen en la adolescencia, y otras desaparecen casi siempre -Por lo general después de dejarte con una gran perplejidad- Después de todo estarán ahí (donde están ahora) por los siglos de los siglos. Además que nosotros (los humanos) no duramos tanto.

Un silencio reverencia las risotadas que despides -También las lágrimas- nada más va a importar, nada (¿para qué?) además hay un miedo preponderante a la soledad, y menos aún, hay tolerancia a los episodios del silencio (esos episodios que molestan a cachos) esos quese dibujan entre el cielo... y en el espacio también. No obstante nadie es bueno en las multiplicaciones -Yo tampoco- así no más había sido. Así no más me habla el viento.

Pero a veces los diagnósticos son equivocados.
Son equivocaciones que sincretizan las soluciones y las locuras, eso que te dicen que se ha muerto, pero muerto en vida ya no puee ser... Por eso creo que los demás te mienten, la vida es para morirla y la muerte es el contacto con la realidad... cuando tus pies tocan por fin el suelo.

No dejes que te mientan otra vez... Esito sería
*Dedicado para aquella que renombró al loco y lo hizo abrir los ojos...

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