lunes, marzo 19

Dia del Padre

Quizá y el tema es adecuado en un día como tal, aunque nunca soy de los fanaticos de recordar fechas, por lo general no recuerdo fechas, pero alguna vez habrá de ser.

Debo ser sincero y darme un momento a la nostalgia, y también a la melancolía, hace tres años que he dejado mi hogar, el lugar donde aprendí a ser y también donde fuí, y ahora no me quedan más que buenos recuerdos, como de todo lo bello -evidentemente regreso de vez en cuando, pero no es lo mismo- empero mis recuerdos me ayudan a ser lo que algún día fui.

No se, creo que quisiera llenar el blog con palabras que al final muchas veces no dicen nada, a veces la palabra se esconde y se deja ver, la palabra es, lo que debe ser y no se esconda, la palabra es herramienta de todos y el hombre es herramienta de la palabra, alguien un día me enseñó a jugar con las palabras, con las imágenes y con la imaginación. y me dijo que la palabra es peligrosa y dulce, la palabra es en efecto, la palabra. (una pequeña reflexión de lo que leí hace poco).

Comencé a leer a mis 3 años, cuando les leía a mis padres historias incomprensibles e inverosímiles, escuchaba de mitad "canción para mi muerte", y tomaba la revista al revés(que a mi imaginación era un gran libro donde desvanecía las imágenes que contaba), mis padres me escuchaban con atención. Sé que en sus ojos el orgullo se convertía en algo similar al amor, pues en los ojos de mi má se conjugaban las lágrimas y la emoción. mi pá callado escuchaba atento, imagino que en su mente conformaba las fotos aquellas que les narraba, y donde fuere que estuviese se que estaba ahí. Esas fábulas continúan aqui todavía.

Después le pedía a mi viejo que me leyera las tiras de Mafalda, las cuales me hacían reir sin siquiera yo comprender la mitad de ellas, y mi viejo partía, pues la necesidad lo mandaba de viaje por todo lugar, y el vacío que se sentía era incomprensible, y me aferraba a mi vieja para que ese nudo en la garganta se haga más pequeño, hoy por hoy no se a quién abrazar para que al extrañarlos a ambos se me calme el desconcierto. y añoro que el mundo desparezca para que mi mente se tranquilice un poco, porque mi corazón no... definitivamente no.

Ahora cofundido camino por lugares que algún día sus pasos fojaron como camino, camino por lugares que conozco de su boca, que conozco de lo que algún día me contó cuando una tarde que se me ocurrió preguntarle cómo era la vida en La Paz. él ha viajado suficiente por toda su vida, me toca a mi caminar nuevos rumbos, y aunque los extraño a ambos (Lucy y Oscar) continúo con mi deseo de terminar muy lejos de donde comencé (lejos de papá y mamá).

Feliz día viejo, y gracias..

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