domingo, marzo 11

Aquél sueño

El cielo amenazaba con desplomarse sobre nuestras cabezas, nubes oscuras se aproximaban en el horizonte, la lluvia parecía asomarese sin piedad. Todo asemejaba a un diluvio, pero el sol disipó la congestión... y todo pareció aclararse entre una diáfana aparición y el caluroso soplo de vida que tus ojos reparten. (Una leve brisa me hablaba "es ella" me dijo al oido "¿no es realmente hermosa?")

Todo manejado por el simple deseo de estar vivo, o en realidad lo que pasa es que ahora el canto no te llevó por innusitados parajes, no se en realidad; ahora los pasos nos llevaban a ambos por lugares que nunca antes había visto, por calurosas planicies que se hacían praderas con tan solo el toque de un poco de locura que intervenía entre tu y yo. (las voces en mi cabeza parecían estar perdidas en un lugar que no conozco).

A través del universo, una canción suena en mís oidos, y se hace eterna - Ahora la curiosdad no vuelve sutilmente a la mente de aquél que deambula por todo el mundo - Y estuviste más cerca de lo que jamás habría imaginado, y la noche poco a poco llegaba, y todo el mundo parecía desaparecer ante la oscuridad y la melodía que atravesaba tus cabellos, además de todo reías y tus palabras se hacían plata. (un momento después volví a ser uno más entre los deseos del mundo).

Cuando pensé que todo parecía hundirse en la soledad, debí recordar que el mundo da vueltas, así como el cielo está ahí siempre que despiertas. (y la puerta terminaba de cerrarse, así como las estrellas comenzaban a salir de sus escondites... además que la cruz del sur se hizo más brillante tan solo por una noche).

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