domingo, septiembre 7

Shhh

Di:
fuiste tú
o fui tan sólo yo?
(Antonio Ávila Jimenez)


No me agradaba mucho el silencio, pero lo amaba; sobre todo cuando me encontraba al lado de la chica extraña de los ojos tristones, lo amaba entonces con todas las fuerzas que se me permitía desde el matiz de sus ojos. Y me agradaba entonces el silencio, y me abrumaba y me admiraba.

Amaba, no su silencio, sino el silencio que entre los dos brotaba, porque me permitía escuchar sus palabras que navegaban, esas palabras que no salen de los labios de nadie, sino que van flotando y se agarran de los espacios vacíos en los que se cuela el silencio.

El silencio ahora es eso, un silencio, una armonía que se desprende a toda prisa de los espacios vacíos, una melodía dispareja.

Es donde se cuelan todos lo vacíos

6 comentarios:

Adrián dijo...

Un saludo Raul, hermoso el escrito, en música manejar los silencios es todo un arte, se que no tiene mucho q ver, pero un manejo adecuado e inteligente de los silencios, hace de una composición algo magnifico, igual en la vida...

Anónimo dijo...

Sea lo que sea que te estes metiendo, ya dejalo... de cuates

Raúl dijo...

No Adrian, tiene mucho que ver, el silencio es algo mágico, algo que está donde no está y visceversa, es una constante y el silencio es perenne, entonces tiene que ver en todo, el silencio es la vida, y también la muerte, un saludo!

Anónimo, nahh, ojala me estuviera metiendo algo... así podría dejarlo, pero gracias por pasar por el espacio sin lugar y si pasa de nuevo, biencenido y saludado serás. gracias de nuevo!

Tremulant dijo...

men no dejes de meterte lo que te metas, sabes este ultimo me recordo mucho a mi y a mis escritos, mis escritos son mi silencio que grita.... dude algun dia hagamos algun escrito juntos o algo asi para poder callarnos por un rato (suena cursi cuando lo leo) cuidate men!!

Azael dijo...

jajaja no te pierdas hermano... mi blog te extraña

Paola R. Senseve T. dijo...

Yo amo los silencios también. Alguien me dijo una vez que los míos son pura cháchara, porque yo hablaba con los hojos, y a gritos.

Me encantó como escribiste este silencio...casi a gritos.