viernes, abril 3

Canciones para llevar

En el bolsillo, con tus amigos, con aquellos que se resisten a creer, a pensar y a caer.

Pensando en tí y en las canciones que se desprenden de la tempestad, que se recogen en pequeños charcos que aparecen en el traslúcido brillo que refulge en el piso a la luz de la vela con la que te acompañas a escuchar las canciones de lluvia.

-Eres- hoy, día, y mañana que la lluvia arrecia y las canciones se estrujan en un estertor inimaginable. El pecado, el día del nacimiento del espacio, de las cosas que habitan el silencio, el día que surgieron todas esas palabras, esos charcos donde se desprenden las luces de las velas que acompañan canciones los días de tempestad y lluvia. El día que estalló, que se insertó el miedo. El día menos pensado fue.

Y fue lo que pensamos y soñamos aquellas noches, fue lo mismo que nos habíamos negado a dar parte, fue el sueño, fue la realidad y lo llevábamos en el interior de cada respiración. La última de las canciones sonó.

-y llegaste al otro lado, y cruzaste la línea-

y la luz de la vela que se refleja en los charcos cuando te acompaña a escuchar las canciones de lluvia y tempestad... se apagó.

2 comentarios:

Mademiosel Selpulcroix dijo...

Pues tus canciones para llevar se me hicieron dolorosas, estrujaron mi corazón y me devolvieron algo de vacío. Con qué lo lleno ahora?

Anónimo dijo...

snif snif...
vale