domingo, mayo 18

La oscuridad

Galatea no está.

Polífemo asume la búsqueda en su ceguera, camina sin rumbo alguno; consume un aire que se le antoja extraño y el dolor de la herida es demasiada carga. El aroma del mar se siente tan distante que a momentos cree que va a abandonar la búsqueda, pero no se resigna.

El primer frente frío se ha ido, Polífemo siente la bruma que le obstruye la luz del sol, pero no ve nada... Golpea con furia el suelo y se arrodilla con esa sensación de estar perdido, se siente perdido ahora que Galatea ha dormido un sueño del que no va a despertar.

El agua los separó aquella mañana en que Galatea olvido quitarse la escafandra mariposa con la que volaba, Galatea se trepó a las palabras que manaban de sus arterias y tachó el mundo con los dedos; escribió en medio del cielo una frase que cegó el único ojo de Polífemo -el cíclope que encegueció- La pobre mañana que amaneció de un sobresalto fue dibujada por Galatea en un sueño de poema claro, Polífemo no supo cómo llegar hasta ella, ahora la echa de menos.

Polífemo está ciego.

1 comentario:

AnD dijo...

Voy a respirar aquí. Lo de la "música que te deja catatónico" es algo que también me causó risa. No lo creo, pero...me he reido de tantas cosas. De todas formas lo voy a modificar, yo no lo escribí...lo de la "música" es verdad de todas formas, por eso me interesó.Tampoco es que las estrellas tocan Highway to Hell, pero al menos tocarán un dos por cuatro. Dejame soñar. Me encanta leer lo que escribís.