lunes, diciembre 29

probabilidades

If I was under her gun


Leerías mi mente,
y con poca sustancia mis palabras se te acercarían.
Y las letras no se te acercarían, te harían compañía
o te circundarían quizá, y te hablarían
[pero no de mi ni de ti]


Verías dentro mio, pero no abordarías el espacio,
aguardaría junto a ti y seguiría tus pasos.
en la vanguardia de las tardes que aún faltan amanecer.

viernes, diciembre 19

(intitulado así)

Sin saber, en mis zapatos, sin conocer alguno, en mi lugar, sin dejar de admirarse.
[y quedarse colgado de tu mirada]

Abstraído y vagabundo en tus ojos que cuando quieren son casi verdes y cuando quieren son marrones, y cuando están sin estar, no están. El par de ojos tuyos que no se inundan en tu voz que se quiebra, que se quiebran en tu garganta que ríe. y que me miran, a veces sin mirarme y a veces sin decirme nada... y otras veces me miran solo por mirar.
[como yo miro solo por mirar tus ojos]


Y en tu piel, donde muere la mirada, destino cada una de las palabras que no diré, por el temor a dejar de ser mirado, por el temor que tengo a dejar de mirarte, mientras que después del después se mire la noche que atraviesa tus pupilas
[después de pensar sin pensar]
Sin saber lo que hacer. Perdido en tu mirada.


[Tu mirada de fulgores morados]
Donde te escondes a veces

martes, diciembre 16

Si de regalos hablamos...

Un día tranquilo

una tarde nublada

un café, un cigarrillo

un Libro de Joyce

Una banca en el Prado

Una canción de Charly

Una espera sosegada...

...solo faltabas vos

domingo, diciembre 14

Prosa inútil (Reminiscencia II)

"Por si te quedaban las dudas"


Si tuviese miedo, si tuviese al menos algo, algo que no fuera el vacío y la arena cayendo de los puños, si tan solo existiese algo más allá o más cercano. Al menos si supiera dar las palabras exactas en este pedazo de texto absurdo. Si tan solo... si tan solo... Si tan solo recibiera el acuse de recibo.

O tal vez siquiera el silencio errado, la melodía equivocada, o si tuviese tu sonido aquí entre mi pecho y la espada, entre la pared y mi espalda; si alguien te tuviese en este mismo instante. Si no fueras un hálito en la membrana azul.

Y solo tengo esta mirada perdida, el ánimo incendiario y papeles para quemar, que al menos son mejor que esta inútil prosa.

Sin excusas al portador de la misma

jueves, diciembre 4

Reminiscencias (I)

Ayer era abril, y por si quedaban las dudas era seis. Con lo que duele eso.

Tampoco fue para tanto, aunque si fue demasiado; ayer se hizo abril y también se hizo un canto.

Ayer cayó abril y también llovió en el interín, se hizo oscuro y se hizo claro, y los vientos han soplado, solo un poco. no es una perdición ni mucho menos; solo es una noche lenta que se asoma por el saliente.

Ayer era abril... y no recuerdo cómo era que el seis se robaba pupilas.